El proceso de autoclave consiste en colocar el preimpregnado en el molde según los requisitos de la capa y, tras sellarlo en una bolsa de vacío, introducirlo en el autoclave. Tras calentar y presurizar el equipo de autoclave, se completa la reacción de curado del material. Este proceso permite obtener la forma deseada del preimpregnado, cumpliendo con los requisitos de calidad.
Ventajas del proceso en autoclave:
Presión uniforme en el tanque: utilice aire comprimido o gas inerte (N2, CO2) o gas mixto para inflar y presurizar el autoclave, y la presión en la línea normal de cada punto de la superficie de la bolsa de vacío es la misma, de modo que los componentes se formen bajo presión uniforme.Curado
La temperatura del aire en el tanque es uniforme: el gas de calentamiento (o enfriamiento) circula a alta velocidad y su temperatura es prácticamente la misma. Con una estructura de molde adecuada, se garantiza una diferencia de temperatura mínima en cada punto durante el ascenso y descenso de la temperatura de los componentes sellados en el molde.
Amplio rango de aplicación: El molde es relativamente simple y eficiente, apto para el moldeo de revestimientos, paneles de pared y carcasas de gran superficie y formas complejas, y permite formar diversas estructuras y piezas complejas de diferentes tamaños. Las condiciones de temperatura y presión del autoclave prácticamente satisfacen los requisitos del proceso de moldeo de todos los compuestos de matriz polimérica.
El proceso de moldeo es estable y fiable: la presión y la temperatura en el autoclave son uniformes, lo que garantiza la calidad estable de las piezas moldeadas. Los componentes fabricados mediante el proceso de autoclave presentan baja porosidad y un contenido de resina uniforme. En comparación con otros procesos de moldeo, las propiedades mecánicas de las piezas preparadas mediante el proceso de autoclave son estables y fiables. Hasta la fecha, la mayoría de las piezas de materiales compuestos que requieren altas cargas en el sector aeroespacial se utilizan mediante el proceso de autoclave.
Las principales aplicaciones del proceso de autoclave incluyen:
Campo aeroespacial: piezas de revestimiento, costillas, marcos, carenados, etc.;
Campo automotriz: paneles de carrocería y partes de la estructura de la carrocería, como paneles interiores y exteriores del capó, paneles interiores y exteriores de las puertas, techo, guardabarros, vigas de los umbrales de las puertas, pilares B, etc.;
Tránsito ferroviario: ménsulas, vigas laterales, etc.;
Industria náutica, bienes de consumo de alta gama, etc.
El proceso de autoclave es el principal método de fabricación de piezas compuestas reforzadas con fibra continua. Se utiliza ampliamente en sectores de alta tecnología como la industria aeroespacial, el transporte ferroviario, el deporte y el ocio, y las nuevas energías. Los productos compuestos producidos mediante autoclave representan más del 50 % de la producción total, y su proporción en el sector aeroespacial alcanza el 80 %.
Hora de publicación: 02-sep-2021